domingo, 22 de julio de 2012
«La caída del consumo de vinos no empaña las ventas de los de alta gama»
El responsable de la división de vinos tranquilos de LVMH señala que Numanthia, que invierte en la actualidad dos millones en una nueva nave de elaboración, es «una pequeña joya» dentro del grupo
Xabier Ybargüengoitia, presidente y consejero delegado de Estates and Wines, la división internacional de vinos tranquilos del grupo líder en el sector del lujo LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy), visitó Numanthia, en Valdefijnas (Zamora), donde aseguró que su objetivo al comprar la bodega era convertir su vino «en una referencia internacional». En estos momentos, la bodega de la DO Toro acomete una inversión de dos millones de euros en una nueva nave de elaboración.
–La bodega está construyendo una nueva nave de elaboración, ¿nos puede explicar ese proyecto?
–Cuando compramos la bodega en 2008 nuestra intención era convertir Numanthia en un vino de referencia internacional y uno de los iconos españoles del vino, y estamos con el proyecto inicial. Vamos despacito y poco a poco, y dentro de nuestros plazos estaba la idea de construir una nueva nave para hacer frente a los planes de expansión. Todo ello estaba escrito en el papel cuando compramos la bodega.
–¿Qué inversión supone?
–Este año gastaremos unos dos millones de euros, más o menos. El hecho de que no se estén haciendo grandes inversiones en esta zona y en un país como España demuestra que tenemos una visión muy clara del potencial de estos vinos, y también en general, la confianza en el futuro de nuestra estrategia y nuestra política.
–¿La nueva nave de elaboración significa que Numanthia va a aumentar la producción?
–Depende. Nosotros tenemos muy claro que somos una compañía con vocación de expansión, por lo tanto, nuestro proyecto está en seguir desarrollando y creciendo. Este crecimiento está ligado a nuestra capacidad para poder seguir elaborando un vino de la calidad actual. La capacidad de aumentar el número de botellas de Termanthia (el vino premium de la bodega) está muy limitada porque procede de viñas de más de cien años, que no son tantas, ni siquiera en esta región. Por lo tanto, ahí estamos condenados a elaborar un volumen similar al de ahora de por vida. Para producir Numanthia también se trabaja con viñas bastantes viejas, podemos incrementar un poco la cantidad, pero tampoco es fácil. Con Thermes hay más flexibilidad porque se hace con vinos de viñas más jóvenes, de 35 años, y podemos aumentar la producción para atacar mercados internacionales con más volumen del que disponemos ahora. Por lo tanto, en la bodega de Toro, Termes tiene más posibilidades de crecimiento, Numanthia, moderado; y Termanthia, prácticamente, ninguna.
–Hay una pequeña iglesia en Valdefinjas que es propiedad de Numanthia, ¿por fin se va a arreglar?
–Fue unas sorpresa, descubrimos que teníamos una iglesia cuando ya habíamos comprado la bodega, formaba parte del terreno. Su conservación no es buena por lo que, en primer lugar, tenemos que fijar toda la estructura para asegurar que no haya ningún tipo de riesgo ni de peligro por un derrumbe parcial de la iglesia. Luego habrá que esperar a que dentro de unos años se nos ocurre alguna idea interesante. De momento, tenemos un proyecto que arranca en septiembre para fijar toda la estructura.
http://www.elnortedecastilla.es/20120721/local/valladolid/caida-consumo-vinos-empana-201207211306.html
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